Simplificación del proceso de compra

¿Qué dolores presentan los usuarios a lo largo de un proceso de compra?

Dentro de los diferentes mecanismos de compra que tienen las instituciones del estado, las licitaciones corresponden a la segunda modalidad más empleada. Entre ellas, la del tipo L1 es la más utilizada por los organismos públicos.

El proyecto busca reducir la burocracia y los extensos tiempos al momento de generar y revisar las “bases de licitación”. La etapa anterior había sido una implementación que no pudo documentar las decisiones de diseño, y por lo tanto, necesitábamos tener el detalle de todos los componentes de información de las bases y así anticiparnos a lo que podría ocurrir en los procesos siguientes.

Comenzamos creando un viaje del usuario para distinguir las distintas fases del proceso y la intención que hay detrás de cada una de estas. Junto con las áreas internas definimos los dolores más reconocibles y, en una sesión colaborativa de ¿Cómo podríamos?, todo el equipo lanzó ideas para solucionar los problemas planteados.

Las ideas fueron procesadas para entender las hipótesis detrás de cada una y comenzar a generar los prototipos. A estas pruebas las llamamos “pruebas de concepto” ya que no eran funcionales pero sí permitían entender el cambio en el procedimiento. Por otra parte, las ideas más complejas de prototipar se llevaron a través de storybard y se discutieron con los clientes internos.

Las pruebas de concepto permitieron identificar qué respuestas eran más urgentes en la experiencia y, por lo tanto, qué probabilidad había de lograr una intervención exitosa.

Priorizamos las intervenciones de acuerdo a los tiempos y recursos con los que contábamos y definimos un nuevo roadmap. Construimos los wireframes funcionales y entregamos la propuesta al equipo de diseño y de desarrollo para implementar las soluciones acordadas.